5. Recomendaciones dietéticas específicas

5.1 Xerostomía (sequedad de boca)

La xerostomía, más conocida como la sensación de «boca seca», se debe a que se produce muy poca saliva. La saliva tiene funciones protectoras en la boca y es necesaria para percibir el sabor y tragar fácilmente.

Este síntoma suele ser frecuente y aparece como consecuencia del tratamiento recibido. Los efectos que puede provocar son: mal aliento; disminución de la capacidad de apreciar sabores en los alimentos; dificultad para masticar, tragar y hablar; lengua inflamada y con fisuras; labios agrietados; caries e infecciones bucales.

Consejos higiénico-sanitarios:

  • Realiza ejercicios frecuentes de estimulación masticatoria (por ejemplo, mascar chicle).
  • Cuida rigurosamente la higiene bucal. Cepíllate los dientes, encías y lengua antes y después de cada comida y realiza enjuagues con agua o colutorios sin alcohol para evitar las caries dentales y estimular la salivación.
  • Usa algún producto hidratante (vaselina, cacao) para mantener los labios húmedos.
  • Puedes emplear sustitutivos de la saliva: agua y saliva artificial.
  • En las farmacias puedes encontrar dentífricos específicos y otros productos indicados para el tratamiento de la xerostomía, pero sigue siempre los consejos de tu equipo sanitario.
  • Evitar alcohol, tabaco y cafeína en exceso.

Consejos dietéticos:

  • Evita alimentos muy secos (galletas, frutos secos) y los muy fibrosos (carnes duras).
  • Evita alimentos picantes y muy condimentados, así como los aceitosos y espesos que puedan dar sensación de pastosidad en la boca
  • Toma alimentos de consistencia blanda: purés, cremas, caldos, sorbetes, granizados, batidos, helados, zumos, natillas, yogur.
  • Cocina los platos jugosos: guisados, asados, hervidos, al vapor. Evita cocinar a la plancha y las frituras.
  • Aumenta el consumo de líquidos 2-3 litros a lo largo del día y durante las comidas en pequeños sorbos
  • Realiza entre 5-6 comidas al día
  • Para aumentar la salivación: chupa hielo y caramelos, mastica chicles (sabores ácidos, sin azúcar), usa aliños con limón o vinagre, emplea alimentos ácidos (limón, naranja, kiwi) en forma de zumos, limonadas, sorbetes y helados
  • Toma los alimentos a temperatura ambiente, evitando los muy calientes o muy fríos

 

5.2 Náuseas y vómitos

La náusea es una desagradable sensación de malestar o de estómago revuelto que puede terminar con la necesidad urgente de vomitar. El vómito es la expulsión del contenido del estómago.

Son dos de los síntomas muy comunes. Aparecen como efectos secundarios a los tratamientos (quimioterapia y radioterapia).

Consejos higiénico-sanitarios:

  • No te acuestes inmediatamente después de las comidas, descansa sentado
  • Usa ropa holgada que no comprima la zona abdominal.
  • Evita sabores desagradables realizando enjuagues después de las comidas y usa caramelos de menta.
  • Si tienes náuseas o vómitos a primera hora del día, desayuna alimentos secos (tostadas o galletas).
  • Si estos síntomas aparecen durante las sesiones del tratamiento, procura no comer durante las dos horas anteriores a las sesiones.
  • Si vomitas de forma repetida, primero bebe líquidos (zumos azucarados, infusiones, caldos) a pequeños sorbos; si pasado un tiempo ves que los toleras, podrás empezar a introducir progresivamente, en pequeñas cantidades, purés de verduras o patata, batidos y, finalmente, carnes y pescados.
  • Existen fármacos antieméticos que pueden disminuir estos síntomas. Se pueden usar solos o combinados, pero es muy importante tomar correctamente la medicación recetada.
  • Mantener una buena higiene bucal, lavarse los dientes y/o utilizar colutorios bucales después de cada vómito.

 

Consejos dietéticos:

  • Realiza comidas pequeñas y frecuentes, cada 2-3 horas.
  • Mastica bien la comida y come despacio.
  • Come en un ambiente tranquilo y agradable.
  • Toma los alimentos fríos o a temperatura ambiente, ya que se toleran mejor que los calientes.
  • Evita olores fuertes y desagradables.
  • Evita los alimentos grasos, ácidos (zumos de cítricos aderezos con vinagre), muy condimentados, alimentos de difícil digestión (legumbres enteras) y los derivados y batidos de leche entera.
  • Te aconsejamos cocciones ligeras (vapor, hervido, horno, microondas), empleando condimentos como la canela, menta, hinojo, tomillo, albahaca y laurel.
  • Consume alimentos de bajo contenido en grasa (carne de pavo y pollo, lácteos desnatados, pescados blancos).
  • Es aconsejable no tomar líquidos durante las comidas.
  • Aumenta el consumo de líquidos fuera las comidas y a pequeños sorbos. Las infusiones (manzanilla, menta, anís, azahar) después de las comidas ayudan a realizar la digestión, al igual que pequeños sorbos de bebidas carbonatadas (cola o agua con gas).

 

5.3 Mucositis

La mucositis es la inflamación de la mucosa oral que aparece como consecuencia de los tratamientos de quimioterapia y radioterapia. Dificulta la alimentación por la aparición de llagas en boca y garganta y puede ser causa de infecciones. Los síntomas más comunes que puede ocasionar son: dolor al tragar, dificultad de apreciar olores, heridas en el aparato digestivo y mal aliento.

Consejos higiénico-sanitarios:

  • Mantén una buena higiene bucal y realiza abundantes enjuagues con agua, infusiones (manzanilla, tomillo, salvia) o bicarbonato.
  • Pregunta a tu equipo sanitario por enjuagues bucales para calmar las molestias.
  • Para evitar irritaciones y molestias, emplea dentífricos suaves, hilo dental, enjuagues sin alcohol y cepillos de dientes especiales.
  • Come despacio, tómate el tiempo necesario para comer.
  • Puede ser una buena estrategia tomar la medicación analgésica media hora antes de las comidas.

Consejos dietéticos:

  • Realiza comidas poco abundantes y frecuentes, cada 2-3 horas, en pequeños bocados y masticando bien la comida.
  • Toma los alimentos a temperatura ambiente o fríos para disminuir el dolor.
  • Evita los alimentos que se peguen al paladar (pan de molde, puré de patata), alimentos secos (galletas, frutos secos, biscotes), especias fuertes (pimienta), sabores ácidos (limón, kiwi), amargos, muy dulces o muy salados.
  • Usa salsas, nata, aceite de oliva, mantequilla, para conseguir una consistencia adecuada y de fácil deglución.
  • Bebe agua durante todo el día (2-3 litros/día), evitando las bebidas alcohólicas e irritantes; si prefieres las bebidas carbonatadas, quítales el gas.
  • Evita el tabaco y el café.
  • Para ingerir alimentos líquidos, puedes utilizar una pajita.
  • Prepara batidos a base de leche, yogur o nata líquida y frutas no ácidas (pera, manzana, melocotón).
  • Para triturar los alimentos se aconseja el uso de batidoras, pasapurés y licuadoras, incorporándoles mantequilla, nata o aceite de oliva para dar una
  • Textura cremosa.
  • Para poder ingerir mejor y disminuir el dolor, antes de las comidas pasa por tu boca agua muy fría o hielo triturado.

 

5.4 Estreñimiento

Es un problema muy común en las personas que reciben tratamiento para el cáncer. A causa del movimiento lento de las heces por el intestino grueso, estas se vuelven secas y duras, dando como resultado dificultad y dolor en su eliminación. Este síntoma puede agravarse por diversas razones: escasa ingesta de líquidos, bajo consumo de alimentos ricos en fibra, inactividad física y determinados fármacos.

Consejos higiénico-sanitarios:

  • Realizar ejercicio favorece el movimiento del intestino. Caminar 30 minutos diarios puede ayudar
  • Procura tener un horario bastante fijo para ir al baño. Dale al hecho de evacuar con regularidad la importancia que merece.
  • Pueden ser necesarios suplementos de fibra, laxantes, enemas o supositorios, pero antes de usarlos debes consultar siempre a tu equipo sanitario, sobre todo si no has tenido ninguna deposición durante más de 3 días.
  • En pacientes encamados puede ser útil realizar suaves masajes rotatorios en el abdomen en el sentido de las agujas del reloj.

Consejos dietéticos:

  • Toma alimentos con alto contenido en fibra (pan y cereales integrales, frutos secos, legumbres, frutas con piel, verduras y hortalizas crudas). Se deben incorporar de manera gradual para minimizar las molestias digestivas y siempre acompañados de un buen aporte de líquidos.
  • Se puede añadir muesli o salvado a los cereales de desayuno, sopas o guisos, para aumentar el contenido en fibra de los platos.
  • Aumenta el consumo de líquidos de 2 a 3 litros al día en forma de agua, zumos naturales, infusiones, agua de limón…
  • En ayunas se puede tomar un vaso de agua, zumo de naranja sin colar, 2 kiwis o 2-3 ciruelas pasas ablandadas en agua.
  • Para reducir la formación de gases, se aconseja tomar infusiones de hierbas aromáticas, como el comino, el anís y el hinojo.
  • Cocina preferiblemente al vapor, al horno, a la plancha, a la parrilla o hirviendo los alimentos.
  • Evita los condimentos fuertes y picantes (pimienta, guindillas).
  • Utiliza aceite de oliva virgen para cocinar y aliñar, preferiblemente crudo.
  • Evita colar los purés de verduras o legumbres y los zumos de frutas.
  • Siempre que puedas, toma la fruta fresca y con piel preferiblemente, y las verduras crudas o poco cocidas.
  • Evita alimentos astringentes como el membrillo, te, vino tinto, manzana o canela.
  • Utilizar lácteos enriquecidos en fibra.

 

5.5 Diarrea

Es un síntoma que puede responder a varias causas: la propia enfermedad, la quimioterapia, la radioterapia en la zona abdominal o la cirugía que conlleva la extirpación de una parte de estómago o intestino.

Se caracteriza porque se producen heces líquidas y en mayor número y volumen de lo habitual, debido a que los alimentos pasa rápidamente por el intestino, de manera que no pueden absorberse bien los minerales, las vitaminas y el agua.

Puede presentar diferentes grados de intensidad. Para controlarla, es muy importante mantener una dieta progresiva, pasando de retirar toda la comida (en casos muy graves que pueden precisar incluso ingreso hospitalario) a una dieta líquida, una dieta de fácil digestión y una dieta normal, según tolerancia.

Consejos higiénico-sanitarios:

  • Después de cada deposición, hay que realizar los cuidados oportunos (lavado y secado de la zona anal). Lávese siempre las manos después de ir al baño.
  • Avisa a tu equipo sanitario si se trata de una diarrea importante y consulta sobre la posibilidad de tomar algún medicamento antidiarreico.
  • Hay muchos medicamentos (laxantes, antiácidos, antibióticos) que pueden agravar la diarrea, por lo que te recomendamos que informes a tu médico respecto de la medicación que estás tomando.

Consejos dietéticos:

  • La dieta líquida sirve para mantener una correcta hidratación, ya que durante los episodios de diarrea se pierde una gran cantidad de agua y minerales. Consiste en beber líquidos repartidos en pequeñas dosis: agua, infusiones suaves (manzanilla, poleo, tila), limonada alcalina, soluciones rehidratantes, bebidas isotónicas, caldos desgrasados de arroz o zanahoria, y zumos de manzana o zanahoria, sin pulpa, diluidos y poco azucarados.
  • Cuando hayan disminuido las deposiciones, puedes empezar a tomar alimentos de fácil digestión: puré de manzana, puré de patata y zanahoria, arroz hervido, pescado blanco o pollo hervido.
  • Progresa con la alimentación conforme mejoren las deposiciones: membrillo, fruta cocida, galletas, tortilla francesa o huevo duro, jamón cocido.
  • Cambia la leche por leche sin lactosa. Si la toleras bien, incorpora otros lácteos, como yogur y queso fresco.
  • Cocina los alimentos con poca grasa, al vapor, hervidos, horno, plancha ó microondas.
  • Toma más líquidos de lo habitual, en pequeñas cantidades y con mayor frecuencia.
  • Realiza comidas frecuentes (5-6/día) y en pequeña cantidad.
  • Evita alimentos ricos en fibra (cereales integrales, frutos secos, verdura, legumbres, fruta crudas y con piel), carnes duras y fibrosas, comidas y alimentos
  • Grasos (embutidos, fritos, productos de pastelería, aguacate), especias irritantes, picantes, café y té, alcohol, zumos ácidos, bebidas con gas,
  • Chocolate
  • La temperatura de los alimentos debe ser preferiblemente templada.
  • En cuanto la diarrea se alivie, regresa lentamente a tu alimentación habitual.
  • A veces es recomendable tomar bebidas isotónicas ricas en sales minerales.

 

5.6 Anorexia (pérdida de apetito)

Es un problema muy común causado por la enfermedad, los tratamientos y sus efectos secundarios, algunos medicamentos y el estado de ánimo. Se suele acompañar de una pérdida de peso y carencia de proteínas.

Dado que el consumo de alimentos es insuficiente y los requerimientos nutricionales son mayores, la anorexia puede condicionar la aparición de malnutrición, asociada con una mayor frecuencia de complicaciones y empeoramiento de la calidad de vida.

Consejos higiénico-sanitarios:

  • Caminar unos minutos antes de las comidas puede estimularte el apetito.
  • Consulta a tu equipo sanitario la posibilidad de usar suplementos nutricionales.
  • Existen medicamentos que agravan la anorexia. Por eso es muy importante que comuniques al equipo médico responsable de tu nutrición los medicamentos que estás consumiendo.
  • Procura que las comidas no desprendan olores ni gustos fuertes. Intenta mantenerte fuera de la zona de la cocina.

Consejos dietéticos:

  • Procura variar los alimentos que tomas, cuidando su preparación y su presentación para conseguir una apariencia atractiva con diferentes texturas y colores.
  • Experimenta con nuevas recetas, sabores y especias.
  • Realiza varias comidas al día y en pequeñas cantidades aprovechando las horas en que se tiene más apetito; ten siempre a mano para comer entre horas, alimentos apetecibles de fácil consumo: frutos secos, galletas, bollería casera, etc.
  • Toma al menos 2 litros de líquidos al día, pero procurando no beber durante las comidas para evitar que el líquido te sacie y comas menos.
  • Tomar limonada o zumos ácidos antes de comer puede estimular el apetito.
  • Sírvete la comida en una ambiente tranquilo y agradable, acompañado de algún familiar o amigo. Si estás sin compañía, come haciendo otro cosa que te distraiga, como escuchar la radio o ver la televisión.
  • Puede ser práctico combinar el primer y el segundo plato en uno solo.
  • Debes saber que existen formas de enriquecer la dieta con un extra de calorías sin elevar demasiado la cantidad a ingerir:
  • Añade a sopas, cremas, purés, guisos o salsas: nata, leche, mantequilla, aceite, frutos secos triturados, clara de huevo.
  • Añade a postres y batidos: miel, nata, leche, cereales triturados, mermelada, cacao, chocolate, galletas, azúcar.
  • Diluye los platos con leche o nata en lugar de agua.
  • Incorpora una cucharada de leche en polvo a cada vaso de leche.
  • Incorpora salsas (mayonesa, bechamel, tomate frito) a los primeros y segundos platos.
  • Saltea las verduras con sofritos con jamón o beicon.
  • Reboza o empana las verduras, carnes o pescados con huevo, leche y pan rallado.

 

5.7 Disgeusia (alteración del gusto)

La disgeusia es la pérdida o alteración del sentido del gusto que ocasiona una modificación del sabor y del olor de los alimentos. Es un trastorno muy frecuente durante el tratamiento con quimioterapia y radioterapia. Como consecuencia de ello, se puede notar que los sabores están disminuidos, potenciados o alterados.

Suele aparecer a la semana de iniciar el tratamiento y puede persistir varias semanas. Este síntoma remitirá en la mayoría de los casos tras un cierto tiempo.

Consejos higiénico-sanitarios:

  • Mantén una buena higiene bucal para evitar regustos desagradables

Consejos dietéticos:

  • Escoge comidas con buena apariencia y olor.
  • Si te desagrada mucho el olor, es mejor que no seas tú quien cocine y que no entres en la cocina mientras se prepara la comida.
  • Procura comer en sitios agradables, bien ventilados y sin olores.
  • Los hervidos desprenden menos olor que los cocinados a la plancha u horno. Si se usan estas cocciones, se deberá airear el alimento antes de servirlo y consumirlo.
  • Los alimentos fríos o a temperatura ambiente desprenden menos olor que los calientes. Si se toman muy fríos, perderán todo el sabor.
  • Es aconsejable cocinar con condimentos suaves como menta, albahaca, orégano, romero, tomillo, laurel, hinojo o zumo de cítricos.
  • Come a las horas en que más apetito tengas y toma los alimentos que mejor toleres y aceptes, aunque los repitas y varíes poco.
  • Si al consumir ciertos tipos de carnes aprecias un sabor metálico, puedes sustituirlas por otros alimentos proteicos, como conejo, aves, pescado o huevos.
  • Puedes enmascarar alimentos poco apetecibles dándoles forma de purés o cremas, o bien macerarlos en zumos de cítricos, salsas agridulces, vino o especias.
  • Evita alimentos de sabores u olores fuertes: café, coliflor, ciertas carnes, espárragos, ciertos pescados.
  • Son más apreciados los sabores dulces y salados, por lo que es aconsejable que pongas más sal o azúcar en las comidas, siempre que no lo tengas contraindicado.
  • Sustituye los cubiertos habituales por otros de plástico.
  • Puedes tomar infusiones, caramelos o chicles sin azúcar; ya que te pueden ayudar a evitar el mal sabor en la boca.
  • Si el sabor del agua te resulta desagradable, puedes añadir unas gotas de limón o zumo de fruta.

 

5.8 Disfagia (dificultad para tragar)

La disfagia es la dificultad al tragar alimentos sólidos, líquidos o ambos.

La modificación de la consistencia de los alimentos y de los líquidos le ayudará a tragar mejor y prevenir y prevenir la desnutrición. Es importante adecuar la consistencia (líquida, néctar, miel, pudding y sólida) y el volumen de las comidas (cucharilla de café, de postre y cuchara sopera) para conseguir tragar con facilidad y sin complicaciones.

Consejos higiénico-sanitarios:

  • En las farmacias puedes encontrar espesantes comerciales, agua gelificada (útiles en la disfagia a líquidos) y alimentación básica adaptada para adultos (útiles en la disfagia a sólidos).
  • Si puedes, come por ti mismo, supervisado por algún familiar o cuidador.
  • Has de comer en ambientes tranquilos y relajados, evitando distracciones y estando bien despierto.
  • Mantén una adecuada higiene bucal, sobre todo después de las comidas.
  • La posición más adecuada para realizar las comidas es sentado, con la espalda recta, los pies apoyados en el suelo y la cabeza flexionada hacia el pecho. En caso de estar encamado, hay que levantar el cabecero de la cama.
  • Puedes colocar cojines o almohadas para corregir la postura.
  • Evita acostarse después de las comidas. Después de comer, mantente incorporado 30 minutos.
  • Asegúrate de que no quedan restos de comida en la boca al terminar de comer.
  • Si antes, durante o después de tragar presentas tos, cambios en el tono de voz, te queda algo de alimento en la boca o en la garganta, o te atragantas al comer, consúltalo con tu equipo sanitario, ya que es posible que tu alimentación necesite una adaptación más personalizada.

Consejos dietéticos:

  • Hay que modificar la consistencia de los alimentos y las bebidas según las necesidades. Los sólidos triturados reducen los problemas para tragar.
  • Come despacio; no tomes una nueva cucharada hasta que hayas tragado la anterior.
  • Realiza 5-6 comidas al día en pequeñas tomas, frecuentes y enriquecidas.
  • Bebe 2 litros de líquidos al día (agua, lácteos, caldos, infusiones, zumos).
  • Los alimentos y bebidas fríos o calientes se tragan mejor que tibios.
  • Si tienes sequedad de boca, es aconsejable que tomes agua fría y alimentos o bebidas ácidos (cítricos, vinagretas) para estimular la secreción de saliva. Si tienes exceso de secreción de saliva, se aconseja que evites los alimentos dulces y ácidos.
  • Evita mezclar diferentes texturas (sopa con fideos, leche con cereales), alimentos secos (galletas, frutos secos, patatas chips, pan tostado) o pegajosos (quesitos, purés de patatas muy espesos, arroz con leche).
  • Ablanda los alimentos con caldos, agua y leche. Si los trituras, retira las pepitas, huesos, pieles o espinas.
  • Intenta conseguir una textura uniforme que te permita una adecuada deglución.
  • Asegura la ingesta de comidas completas: la opción de plato único es válida siempre que se represente el primer y segundo plato. Han de estar presentes: verduras, fécula (patata o arroz o pasta) y proteínas (carne, pescado o huevo) en los purés de la comida y la cena.
  • Añade un chorro de aceite de oliva al finalizar la preparación del puré. Existe la posibilidad de utilizar la «alimentación básica adaptada» para asegurar el aporte nutritivo de la preparación, facilitar la manipulación y conseguir una textura homogénea.
  • Se recomienda que los platos no superen los 250 – 300 ml. de volumen.

 

5.9 Neutropenia

La neutropenia está definida como una disminución del número de neutrófilos en la sangre. Los neutrófilos son el principal sistema de defensa celular del cuerpo humano, de manera que su descenso aumenta el riesgo de sufrir alguna infección.

La neutropenia puede estar causada tanto por la propia enfermedad oncohematológica, como por los fármacos empleados en el tratamiento (quimioterapia).

Los síntomas más comunes que se pueden presentar son:

  • Fiebre
  • Escalofríos y malestar
  • Debilidad y fatiga
  • Úlceras bucales (labios, encías y faringe)
  • Tos o falta de aire (disnea)

Existen distintos tipos de neutropenia, según el número de neutrófilos

Neutropenia leve: más de 500 neutrófilos por microlitro de sangre. Generalmente no presenta síntomas ni requiere tratamiento.

Neutropenia grave: menos de 500 neutrófilos por microlitro de sangre. En estas circunstancias es fácil contraer graves infecciones debido a la falta de defensas en el organismo

Los pacientes sometidos a un trasplante de precursores hematopoyéticos pueden experimentar también un periodo variable de neutropenia, vómitos y diarrea. Esta situación provoca que coman menos y absorban peor los alimentos, lo que ocasiona una reducción de peso corporal y una mayor facilidad para sufrir infecciones. Se han de cumplir las recomendaciones dadas para prevenir la transmisión de infecciones.

 

5.10 Dieta de baja carga bacteriana o bacteriológica

Los tratamientos para el cáncer y el trasplante debilitan el sistema inmune, disminuyendo las defensas y la capacidad de combatir infecciones. En estas circunstancias se debe seguir una dieta de baja carga bacteriana, que excluye los alimentos o bebidas que pueden tener bacterias o microorganismos causantes de infecciones.

Una infección o una intoxicación de origen alimentario pueden ocasionar náuseas, vómitos y diarrea, lo que agravaría la pérdida de peso y afectaría negativamente el estado nutricional.
Las bacterias y otros microorganismos causantes de infecciones o intoxicaciones suelen estar presentes en alimentos crudos o frescos, por lo que cocinar perfectamente los alimentos los destruye.

Durante tu estancia hospitalaria la dieta pautada puede ser más restrictiva en función del grado de neutropenia.

La pasteurización es un proceso que expone un alimento a un calor elevado que, sin que hierva, destruye cualquier bacteria o microorganismo. Es recomendable que en el etiquetado aparezca la palabra «pasteurizado».

 

5.11 Consejos sobre la seguridad de los alimentos

En la compra de alimentos

  • Comprueba la fecha de caducidad en los alimentos perecederos. El alimento debe consumirse antes de dicha fecha.
  • No compres productos con envases dañados o latas abolladas.
  • Coloca los alimentos crudos separados de los preparados para comer en su bolsa de la compra.
  • Trata de comprar alimentos congelados al final de la compra y utiliza una bolsa de frío, si es posible. Transfiere los alimentos a un congelador tan pronto como sea posible. No permitas que se descongelen los alimentos congelados a menos que vaya a cocinar o comer de inmediato.
  • No compres embutidos al corte en la charcutería o carnicería. Compra envasado al vacío o carnes cocidas envasadas.
  • No compres alimentos de venta libre o comas en los bufets de ensaladas.
  • Evita alimentos sin envolver, para «escoger y mezclar» ejemplo dulces en tiendas de golosinas. Compra al vacío los alimentos envasados y empaquetados individualmente.

Almacenamiento de Alimentos

  • La temperatura del frigorífico debe estar entre 0º C y 5º C. La temperatura del congelador debe ser -18º C o menos.
  • Evita el contacto entre alimentos crudos y cocinados. Las carne sin cubrir o alimentos que se están descongelando pueden contaminar otros alimentos con bacterias; por lo tanto, asegurarse de que están correctamente almacenados en el frigorífico con los alimentos cocinados siempre por encima de los alimentos crudos.
  • No vuelvas a congelar los alimentos descongelados y asegura que todos los alimentos congelados se descongelan en el frigorífico y no goteen sobre otros alimentos.
  • Guarda los huevos en la nevera en sus cajas.

Preparación de Alimentos

  • Lávate las manos con agua tibia y jabón y cúbrete los cortes o heridas antes de manipular alimentos. Esto es importante para cualquier persona que prepara su comida.
  • Sécate las manos con una toalla, no con el trapo de cocina.
  • Desinfecta los paños de cocina y las esponjas a diario, y cámbialos con regularidad. Desinfecta las superficies de trabajo con frecuencia, especialmente después de preparar carnes y aves crudas.
  • Mientras manipules alimentos, evita toser, estornudar o tocarte la cara, pelo o nariz.
  • Prepara y sirve las comidas inmediatamente antes de su consumo y desecha los restos de otras comidas.
  • Tras el uso del WC, cambio de pañales o manipulación de animales, es necesario que te laves las manos y te limpies las uñas con un cepillo personal. También puedes usar guantes desechables de látex.
  • Usa utensilios diferentes para alimentos crudos y cocidos, por ejemplo, debes usar un tablero separado y un cuchillo para la carne cruda. Las tablas de cortar de plástico son las más higiénicas. Asegúrate de que se lavan y desinfectan después de cada uso y se sustituye con regularidad.
  • Deja que la vajilla y cubiertos se escurran para secarse si es posible, o utiliza un lavavajillas. Limpia el tablero de escurrido o drenaje con frecuencia con desinfectante.
  • Limpia la parte superior de todas las latas y botellas antes de abrirlas.
  • Mantén a las mascotas y las bandejas de la basura fuera de la cocina. Lávate las manos después del contacto con animales domésticos o bandejas de arena.

Cómo cocinar los alimentos

  • Asegúrate de que la comida esté bien cocida. La temperatura en el medio de los alimentos debe estar por encima de 75º C. Utiliza un termómetro de cocina para verificar esto.
  • Sigue las instrucciones de cocinado cuidadosamente.
  • Las piezas grandes de carne o las aves de corral grandes necesitan un cuidado especial para asegurarse de que el centro está bien cocido. Asegúrate de que los jugos salgan claros.
  • Mantén los alimentos calientes en caliente, y los alimentos fríos en frío para evitar la zona de peligro, entre 5º y 63º C, donde las bacterias crecen mejor.
  • Cuando la comida se recalienta asegúrate de que está muy caliente. No recalientes los alimentos más de una vez.
  • Si utilizas un horno de microondas sigue las instrucciones del fabricante y de los alimentos envasados.

Comer fuera

  • Si vas a salir a comer en restaurantes, garantiza que el establecimiento cuenta con un buen nivel de higiene y evita los alimentos de alto riesgo.
  • Ten un cuidado especial en el extranjero, la higiene de los alimentos pueden ser más pobre.
  • Barbacoas y picnics: Asegúrate de que las aves de corral, hamburguesas, salchichas y kebabs son cocidos, sin zonas de color rosa en el centro. El mayor riesgo de intoxicación por alimentos es por poco cocida. Siempre que se pueda cocina en el horno o microondas y luego acabar con él en la parrilla para darle más sabor.
  • Al ir de picnic, deja la comida en la nevera hasta el último minuto y utiliza una bolsa térmica para mantener la comida fresca. Trata de lavarte las manos antes de comer, pero, si no puedes, puedes usar toallitas antisépticas de manos en su lugar.

Consideraciones especiales:

  • Es mejor que evites el pomelo, ya que puede interactuar con algunos medicamentos.
  • Si deseas más asesoramiento consulta a tu médico o dietista.
  • Con respecto al agua: El agua para tu consumo e higiene (lavarte las manos, cepillarte los dientes), debe ser potable. En caso de duda, hiérvela un 1 minuto o cómprala envasada. Los cubitos de hielo deben estar hechos con agua potable o mineral.
  • Si utilizas un sistema de filtro en el hogar es esencial seguir los consejos del fabricante sobre la limpieza regular y también para cambiar el filtro.

Consejos dietéticos:

  • Consume la fruta sin piel. Desecha la que presente moho o no tenga la piel intacta. Las frutas rojas tipo moras, fresas, bayas, etc mejor embasadas o en almíbar.
  • Las verduras y hortalizas debes ponerlas en remojo (5 litros de agua con desinfectante) durante 30 minutos. Después lávalas y enjuágalas.
  • Evita el consumo de huevo crudo (salsas y mayonesas caseras), carne o pescado que estén crudos o poco hechos (marinados, mariscos), lácteos sin pasteurizar, quesos enmohecidos (azul, roquefort, cabrales), vinagre y encurtidos (pepinillos o cebolletas en vinagre), frutos secos crudos y alimentos caducados.
  • Compra alimentos envasados y pasteurizados. UHT: leche, yogures, zumos o cremas de leche. Evita yogures tipo bio, con probióticos o aquellos que contienen gérmenes vivos.
  • Utiliza preferentemente la olla a presión.
  • Las carnes y pescados deben estar bien cocinados. Los productos enlatados de uso individual son seguros ej. atún o sardinas enlatadas o paté en lata.
  • Evita los frutos secos crudos.
  • No añadir pimienta u otras especias una vez cocinado el plato. Puedes añadirlo a lo largo de la elaboración del mismo.
  • El uso de salsas, mermeladas, mantequillas, miel, etc. deben seguir el etiquetado del fabricante para un consumo seguro.